Si utilizas aceites de semillas (lino, girasol, sésamo etc) asegúrate de que estén prensados mecánicamente a temperatura baja, sean biológicos, y estén guardados en botellas opacas de cristal u otro tipo de envasado que los proteja de la luz.

Cómpralos en tiendas donde el vendedor/a sepa cómo manipularlos (por ejemplo, es imprescindible que nunca se coloquen en los escaparates de la tienda donde les dé el sol o bajo luces potentes)..

Usa este tipo de aceites siempre en crudo, en ensaladas, sopas y alimentos cocinados una vez servidos en el plato.

Guárdalos siempre en la nevera.