Hay espacios en ti donde no llega la enfermedad. Búscalos. Observa en qué situaciones te olvidas de tus síntomas y procura permanecer al máximo en esos espacios.

El arte, en todas sus formas, es un buen conductor hacia ese espacio sagrado, libre de malestar, que vive en ti... pero sirve cualquier actividad que realices que te haga sentir bien. 

Curarse, de verdad, no es posible desde la enfermedad. Es importante que conectes con tu salud para cambiar las cosas y para eso necesitas hacer, pensar y sentir cosas que te produzcan bienestar y felicidad.