Después de una comida rica en proteína (carne, pescado, huevos, marisco), el hígado produce una sustancia llamada albúmina, la cual es enviada al torrente sanguíneo. Esta sustancia se encarga de recolectar el agua presente en los tejidos y, por otro lado, de prevenir que el líquido presente en la sangre gotee a los tejidos. Así, una dieta adecuada en proteínas ayuda a mantener un nivel correcto de líquido en el organismo.

La proteína animal tiene mala fama, se dice de ella que acidifica, intoxica, deja residuos tóxicos…y sí, si te alimentas de proteínas de mala calidad, procesadas, en grandes cantidades, mal cocinadas y sobre todo si las consumes sin acompañarlas con vegetales, pueden causarte problemas de salud pero bien utilizadas son absolutamente imprescindibles para nuestros músculos, hormonas, enzimas, piel, pelo, huesos…

Toma proteína de buena calidad, fresca, ecológica, en moderada cantidad, varias veces al día y acompañando a tus verduras y ensaladas... y cocínala sin quemar, con aceite de oliva de buena calidad y sin recalentar.