Hay muchos problemas de salud relacionados simplemente con comer en exceso, sea por cantidad o por comer entre horas sin haber hecho la digestión de la última comida. Por ejemplo, procesos digestivos como candidiasis, parasitosis, disbiosis, hígado graso, exceso de peso y de colesterol, ardor, indigestión, hinchazón abdominal…

Comer en exceso a la larga desequilibra y agota nuestros órganos digestivos. Además, deja residuos de alimentos mal digeridos que alimentan a los microorganismos saprófitos desequilibrando nuestra microbiota.

Aunque comas sano, si comes en exceso puedes estarte provocando desequilibrios en tu organismo.

Come despacio. El cerebro necesita unos 20 minutos para recibir la señal de que has comido y ya no necesitas más alimento. ¿No te ha pasado estar en un restaurante, que tarden en traerte el segundo plato o el postre y cuando llega ya no tener hambre? Es por eso. Si comes en 5 minutos, durante los próximos 15 hasta que el cerebro no reciba la señal, seguirás comiendo creyendo que tienes hambre. 

Si tuvieras una celebración donde sabes que vas a comer de más, ayuda a tu digestión con enzimas digestivas y procura hacer un ayuno de 14 horas mínimo hasta la siguiente comida.

Pon conciencia al comer… cuánto comes, cómo comes y con qué frecuencia. Pregúntate, cuando comas, si realmente tienes hambre y cuánta. Trabaja la moderación, los excesos alimentarios a largo plazo se pagan con síntomas y enfermedades.