Nuestra visión de la salud en Occidente es cartesiana.

Descartes en el siglo XVII hizo una escisión muy clara entre el cuerpo y todo lo perteneciente a la mente, emociones y alma.

Le siguió Newton con el concepto de que sólo la materia física es real y lo único que realmente importa.

Desde entonces la medicina se ha basado en atender y estudiar, principalmente, la parte física. Aunque gracias a científicos como la Dra Candence Pert y los estudios llevados a cabo por la física cuántica, sabemos que la mente no sólo pertenece al cerebro sino que se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo.

Por eso, a la hora de tratar un problema de salud, no podemos separar mente y cuerpo.