Retoma la confianza en tu organismo y en su capacidad de curación. Llevas todos los años que tienes demostrándote a ti mism@ que tienes esta capacidad, lo que ocurre es que no has sido consciente de ello.

Desde que naciste has estado combatiendo virus, bacterias, hongos, células cancerígenas… Cada día de tu vida tu organismo ha estado trabajando para que puedas estar aquí, ahora, en este instante.

No desestimes tu fuerza y energía vital, la tienes, aunque te sientas mal, aunque te duela lo que sea en este momento, tu fuerza y energía siguen estando. Conecta con ellas. Cierra los ojos… siéntelas.


Cuando te inunde la deseperanzad@, vuelve a cerrar los ojos…  y vuelve a sentirlas… siempre están.