Si quieres vivir con salud, que no se te olvide que eres un animal.

Desde que existimos como humanos, no hemos cambiado apenas nuestra anatomía y nuestro funcionamiento biológico: nuestro intestino sigue estando donde siempre y con los mismos objetivos de siempre; las mujeres gestamos y menstruamos como siempre; los pulmones siguen oxigenándonos de la misma manera etc etc etc…Excepto por caminar más erguidos y tener menos vello, nuestro organismo es y funciona como siempre lo ha hecho.

Para mantener tu organismo sano es importante que te  “animalices”. En otras palabras,  tu cuerpo/tu animal tiene unas necesidades muy básicas:.

Alimentación lo más ancestral posible… nuestro animal no necesita comida procesada, ni cereales, ni legumbres, ni aceites refinados, mucho menos azúcar. Necesita carne y grasa de buena calidad (como animales cazadores que hemos sido) y puede tolerar vegetales y alguna fruta pero sin abusar porque esos alimentos no son sanadores, son únicamente de supervivencia.

Luz y sol durante el día, y poca luz y de tonalidad roja mejor por la noche.

Ejercicio, pero sin abusar. Nuestro animal no desperdicia energía porque sí. El descanso es tan importante como el movimiento.

Y sobretodo relajación mental. Nuestra parte animal no se rige por la mente. Es importante que también permitamos escuchar nuestro instinto animal, que está íntimamente ligado a la naturaleza y vida y para eso necesitamos parar un poco, o de vez en cuando, la mente.

Vivimos con un estilo de vida dominado por las necesidades de nuestra mente y no de nuestro animal. Por supuesto, si trabajas en un supermercado con el turno de tarde, obviamente, no puedes estar con poca luz y roja. No se trata de descolgarte de la sociedad, se trata de implementar, tanto como puedas, hábitos de vida acorde a tu parte animal, para que este también tenga espacio en tu vida.