Nuestro cuerpo no está dividido en secciones, a pesar de que en medicina convencional nos hayan acostumbrado a vernos así.

La sangre y la energía bañan todos los rincones de nuestro organismo. Estamos conectados internamente y cuando se desequilibra una parte de nosotros, es porque se ha desequilibrado todo el organismo. Por ello, tu candidiasis, o cualquier desequilibro que sufras, es un tema de todo tu organismo y el tratamiento debe ser enfocado a tratarte como un todo.

En el caso de una candidiasis vaginal, es inútil tratar únicamente la vagina con óvulos, si, por otro lado, tu sistema inmunitario, digestivo, hormonal, nervioso y tu pensamiento, están combatiendo toxicidad, intolerancias, inflamaciones, miedos, rabias...

Necesitamos una mirada amplia y global para sanar, de lo contrario, solo estaremos “curando” síntomas.