La alimentación y ciertos desequilibrios en el organismo, como la mala regulación de la glucosa,  pueden generar ataques de pánico, que a su vez pueden provocar ansiedad crónica y, en algunos casos, terminar en agorafobia. No siempre el origen es un problema emocional, aunque, por supuesto, acaba siendo un problema emocional.

El trabajo de carrera lo dediqué a este tema. Estuve mucho tiempo investigando al respecto porque yo misma sufrí de ataques de pánico, ansiedad crónica y severa agorafobia.  De hecho comencé a estudiar nutrición para auto ayudarme ya que por aquel entonces, hace más de 25 años, estos temas no se entendían como ahora.

Fue muy difícil encontrar información al respecto. En aquella época  vivía en Londres y el Institute of Pshychiatry estaba cerrado al público, encontrar investigaciones publicadas fue tarea de locos. Aún así basándome en mi propia experiencia y mis propias conclusiones, escribí un trabajo de carrera que me abrió puertas para dar charlas/conferencias sobre el tema. A partir de ahí comencé a aplicar mi teoría con pacientes y a ver resultados positivos.

Creo que falta aprender más sobre cómo la salud física y la bioquímica afecta la salud mental... Entender cómo la alimentación, incluso la actual, considerada “sana”, nos puede afectar negativamente, cómo nos pone en estado de estrés crónico, nos desestabiliza el sistema nervioso y endocrino, nos inflama el cerebro afectando nuestro pensamiento… pero sobre todo es importante aprender a resetear nuestro cuerpo para poder distinguir lo que nos sienta bien y mal, descubrir el tipo de alimentación que no solo nos nutre sino también nos sana.

Estoy trabajando en un libro sobre este tema. Mantente atent@.