Cuando tengas síntomas, no los mires con lupa.

Mirar con lupa agranda el síntoma, agranda la sensación de enfermedad, agranda el guión que creas en tu mente sobre lo que ese síntoma significa.

Tira la lupa. Aleja la mirada y observa la cantidad de cosas que están ocurriendo magníficamente en tu cuerpo en ese mismo momento.

Hay muchísima más salud que enfermedad en ti.