Las adicciones alimentarias las puedes identificar como «eso» que comes diariamente y que no podrías pasar sin ello. Algo que cuando se te acaba tienes que comprar sin falta. Incluso tal vez hayas observado que no es lo que mejor te sienta o convenga pero no puedes dejar de comerlo.

Normalmente esta sensación no se tiene con los vegetales, fruta, pescado, huevos, carne o legumbres. Te pueden encantar pero no al grado de generar adicción. Ningún alimento sano la genera. En cambio, sustancias como chocolate o azúcar en cualquiera de sus formas, queso, café, leche, pan, pasta, pueden aumentar sustancias químicas en nuestro organismo, como la dopamina, y crearnos adicciones que nos desequilibren.

Si no acabas de creer que puedes tener adicciones alimentarias, haz la prueba, deja de comer azúcares, lácteos y cereales y observa lo que pasa. Te sorprenderás.