Posponer puede ser un gran aliado de la salud.

Pregúntate ¿qué crees que debes hacer que no estás haciendo y te produce malestar?.

Mira atrás en tu vida y rescata todo eso que sí has hecho con gusto, a pesar de su dificultad ¿tener un hijo? ¿Cambiar de trabajo? ¿Moverte a otra ciudad? ¿Hacer la carrera de…?.

¿Cuál es la diferencia entre hacer algo (con gusto) o posponer algo?.

Hacer algo con gusto sale de las entrañas y posponer algo sale de la idea de que debemos hacerlo, pero si analizas, seguramente verás que en realidad no quieres o no estás preparad@ para ello todavía, por muy positivo que "hacer eso" signifique para ti. No lo quieres ahora y punto. No le des más vueltas, no te auto engañes, deja de sufrir.

Cuanto más te pelees contigo más distancia crearás entre lo que realmente quieres y lo que debes.

La salud no es sólo hacer el esfuerzo de ir a la compra y cocinar… ni tampoco preparar la bolsa para ir al gimnasio y estar 45 minutos zumbando.

La salud también es aceptarte y dejar de pelear contigo, relajarte y dejar que surjan las verdaderas ganas de hacer.

Posponer puede ser un gran aliado… te muestra lo que realmente no quieres hacer por mucho que tu educación, religión, terapeuta o médico, familia, pareja, hijos digan. Date la libertad de hacer o no hacer sin pelear contigo. Si no lo haces, deja de pensar en eso, deja de decirte que deberías hacerlo, relájate y ábrete a las ganas de lo que realmente deseas.

Permite que las verdaderas ganas sean tu brújula para ir descubriendo quién realmente eres. En mi opinión, esa es la verdadera salud.