Cuando se hace terapia es obvio que es para mejorar.

Seguir haciendo lo que ya estás haciendo sabemos a dónde te lleva... al lugar NO deseado… por eso haces terapia…  y por eso es importante SER ESTRICT@ con las nuevas pautas durante el tratamiento.

Cuando estés bien, cuando hayas encontrado un nuevo estilo de vida más saludable, cuando tu conexión con tu cuerpo sea mejor y puedas escuchar y seguir sus indicaciones, cuando hayan desaparecido tus malestares… entonces podrás, y deberás, plantearte la flexibilidad en tu vida... y vivir siendo flexible.

Mientras estés en terapia, mi consejo es que seas consciente de que estás cambiando hábitos y eso cuesta un tiempo, constancia y mantenerte en el camino hasta que lo nuevo aprendido esté plenamente integrado.

Mientras lo consigues, cambia de “chip”, no te sientas sometid@ por la terapia, siéntete en control con la terapia.