Hay dos cosas que jamás me han aburrido a pesar de repetirlas diariamente:.

El yoga y las caminatas por la montaña.

Llevo 15 años practicando Vinyasa yoga. He repetido cientos de veces las mismas asanas y, sin embargo, nunca las he sentido iguales… cada práctica es una práctica nueva a pesar de la repetición constante.

Exactamente igual me pasa cuando camino por la montaña. Aunque el recorrido sea el mismo, y durante años me haya movido por los mismos caminos, cada paseo lo he sentido siempre como nuevo.

Y eso me demuestra que el aburrimiento no está tanto en la actividad que haces sino en la actitud y presencia con la que la haces.

Te invito a que escojas "algo" rutinario en tu vida, abandones el piloto automático por un rato, y le pongas conciencia y ganas para transformarlo en "algo" nuevo, de nuevo.

Demuéstrate que tienes capacidad de transformar tu percepción y confía en ello cada vez que lo necesites.

Mueve tu varita mágica 💫