Nuestra mirada dual, la que dice que una cosa está bien y otra mal, la que divide la enfermedad y la salud, la felicidad y la infelicidad, nos hace daño. Nos genera una lucha y una separación con el entorno y con nosotros mismos… cuando, en el fondo, la vida siempre tira hacia la unión nunca hacia la separación.

Para estar sanos necesitamos generar unión, no sólo con nosotros mismos sino también con lo que nos rodea.

La Sociedad en la que vivimos potencia la individualidad, la lucha de poderes, la supervivencia del más fuerte. Este enfoque también lo aplicamos a nosotros mismos: pretendemos estar a tope siempre, ser la mejor versión de nosotros mismos pero desde el rechazo de todo aquello que nos hace frágiles, vulnerables, enfermos... creando separación.

Por un lado vamos a clases de yoga, salimos a la Naturaleza el fin de semana, comemos ecológico, todo con la idea de reencontrarnos y estar más sanos y ser más felices... pero a la vez cada día somos más individualistas, insolidarios, clasistas e indiferentes con los demás.

No sirve de mucho que nos trabajemos a nosotros mismos si no entendemos que somos un todo y que nuestra aceptación del adentro es nuestra aceptación del afuera y viceversa.

Aprendamos a entender nuestra salud con una mirada más amplia… no te sumerjas únicamente en tu cuidado, cuida también a tu entorno, entrégate al mundo, sé generos@, aunque te encuentres mal… no postergues tu capacidad de dar  para cuando estés curad@, da para curarte.