Si estás con síntomas de perimenopausia y menopausia, pregúntate qué tan retenida estás en el pasado, qué tanto forcejeas contigo misma para seguir siendo la de antes.

Tu cuerpo necesita avanzar, pero tu mente se resiste.

La lucha para quedarte donde estabas cuando ya no es momento de estar ahí, trae síntomas. No todo es la bajada de hormonas.

Da miedo soltarse para caer en un espacio con tan mala fama. Nuestra sociedad con semejante culto a la juventud y belleza, nos ha llevado a creer que la perimenopausia es la antesala al infierno y la menopausia el fin.

Tal vez no es cuestión de aprender a caer de pie en cualquier lugar, sino de preparar el lugar donde hemos de caer.

Para soltarte del pasado y avanzar es muy importante que te preguntes si realmente tenías bien puestas las bases de ese pasado que te resistes a soltar.

Pregúntate qué concepto tenías/tienes de belleza, salud, juventud, poderío… es posible que te estés aferrando a conceptos mal fundados y te estés perdiendo adentrarte en una época que te puede sorprender, y mucho, para bien.